sábado, 4 de diciembre de 2010
jueves, 2 de diciembre de 2010
EDUCACIÓN SUPERIOR
Educación Normal
1. Currículum. Se observa un conocimiento pedagógico limitado en el desarrollo curricular de los futuros docentes para educación básica. Es necesario proponer y construir diferentes modalidades en la formación de maestros (urbano, rurales, para zonas de alto riesgo, teleaulas, etc.).
2. Equipamiento de escuelas. Es necesario que el equipamiento de las escuelas sea considerado en las partidas presupuestales, ya que con frecuencia éste sólo es posible si las sociedades de padres de familia colaboran para ello. Es necesario mantener y/o renovar tanto la infraestructura como el equipo y el mobiliario.
3. Formación de capacitadores. Con frecuencia se ha observado que los instructores que capacitan y actualizan al magisterio no cuentan con experiencia en docencia o en los medios específicos en donde ejercen su docencia los maestros; esto implica una seria limitante en la construcción de mediaciones y representaciones para que las acciones propuestas puedan ejercerse en la práctica docente cotidiana.
4. Formación para la integración. El proceso de integración en la escuela básica es inminente, pero hace falta capacitar a los profesores para que puedan hacer frente a los nuevos problemas y a las dinámicas diferenciadas que deberá construir entre un grupo heterogéneo.
5. Instituciones formadoras. Las instituciones formadoras en Jalisco sostienen comunicación entre ellas, pero ésta carece de proyectos que tiendan a solucionar problemas prioritarios en los niveles respectivos de atención.
6. Investigación. Existe poca información articulada y sistemática de la investigación que se lleva a cabo en la educación normal, pero sobre todo acerca de los impactos reales que ésta tiene.
7. Posgrado. En los últimos años se observa un crecimiento extraordinario del posgrado en escuelas normales, pero la calidad de algunos de estos procesos de formación son cuestionables por las siguientes razones: a). Con frecuencia, quienes los imparten han sido, ellos mismos, incapaces de concluir su propio proceso de formación; b). Falta de seguimiento; c). Falta de evaluación, por parte de los docentes, sobre el diseño curricular; d). Falta de autoevaluación docente; e). Falta de evaluación por parte de los alumnos; f). Falta de seguimiento y análisis sistemático de los problemas que afectan al posgrado.![](http://www.anuies.mx/servicios/d_estrategicos/libros/lib4/83_1.gif)
1. Currículum. Se observa un conocimiento pedagógico limitado en el desarrollo curricular de los futuros docentes para educación básica. Es necesario proponer y construir diferentes modalidades en la formación de maestros (urbano, rurales, para zonas de alto riesgo, teleaulas, etc.).
2. Equipamiento de escuelas. Es necesario que el equipamiento de las escuelas sea considerado en las partidas presupuestales, ya que con frecuencia éste sólo es posible si las sociedades de padres de familia colaboran para ello. Es necesario mantener y/o renovar tanto la infraestructura como el equipo y el mobiliario.
3. Formación de capacitadores. Con frecuencia se ha observado que los instructores que capacitan y actualizan al magisterio no cuentan con experiencia en docencia o en los medios específicos en donde ejercen su docencia los maestros; esto implica una seria limitante en la construcción de mediaciones y representaciones para que las acciones propuestas puedan ejercerse en la práctica docente cotidiana.
4. Formación para la integración. El proceso de integración en la escuela básica es inminente, pero hace falta capacitar a los profesores para que puedan hacer frente a los nuevos problemas y a las dinámicas diferenciadas que deberá construir entre un grupo heterogéneo.
5. Instituciones formadoras. Las instituciones formadoras en Jalisco sostienen comunicación entre ellas, pero ésta carece de proyectos que tiendan a solucionar problemas prioritarios en los niveles respectivos de atención.
6. Investigación. Existe poca información articulada y sistemática de la investigación que se lleva a cabo en la educación normal, pero sobre todo acerca de los impactos reales que ésta tiene.
7. Posgrado. En los últimos años se observa un crecimiento extraordinario del posgrado en escuelas normales, pero la calidad de algunos de estos procesos de formación son cuestionables por las siguientes razones: a). Con frecuencia, quienes los imparten han sido, ellos mismos, incapaces de concluir su propio proceso de formación; b). Falta de seguimiento; c). Falta de evaluación, por parte de los docentes, sobre el diseño curricular; d). Falta de autoevaluación docente; e). Falta de evaluación por parte de los alumnos; f). Falta de seguimiento y análisis sistemático de los problemas que afectan al posgrado.
![](http://www.anuies.mx/servicios/d_estrategicos/libros/lib4/83_1.gif)
Educación Superior en Jalisco
![](http://app.jalisco.gob.mx/comunicacion2007.nsf/NotasArchivoHistorial/39F2FCAAA01712678625755900720BBE/$FILE/Estudiantes%2001.jpg)
Atención a la demanda de educación superior en Jalisco.
![](http://www.ensj.edu.mx/ensj/images/stories/portada.jpg)
![](http://www.anuies.mx/servicios/d_estrategicos/libros/lib4/80_1.gif)
Las instituciones de educación superior pública y privada, tienen misiones similares a pesar de sus diferentes enfoques, y se complementan en la función de formar al capital humano para hacer frente a los retos del desarrollo estatal.
En este sentido, en sinergia con el Plan Estatal de Desarrollo, se propuso dotar de educación superior a todas aquellas regiones que carecían de este servicio y se ha hecho con énfasis en la pertinencia y en satisfacer las necesidades de desarrollo de cada región; por lo que determinó, a través de organismos públicos descentralizados, con la participación de las autoridades educativas federales, incursionar en el ámbito de la educación superior tecnológica para dar respuesta a las demandas existentes por parte del sector productivo, sin dejar de considerar la importancia de supervisar y dirigir, como autoridad educativa de la entidad, el óptimo funcionamiento de aquellas instituciones enfocadas a la formación de profesionistas en áreas diferentes a las tecnológicas y así brindar igualdad de acceso y oportunidades a toda la comunidad.
LOS PROBLEMAS
Educación superior
1. Cobertura insuficiente. El índice de atención a la demanda decreció en los últimos cinco años, ya que en 1995 era del 22% y hoy en día es del 16%. Esto significa que mientras que en 1995, 2.2 jóvenes de cada 10, comprendidos en el grupo de edad entre 20 y 24 años, cursaban educación superior en la entidad, hoy sólo lo hacen 1.6 jóvenes de cada 10. Entre los factores que influyen en esta problemática está, por un lado, el hecho de que de la población que egresa de educación media superior, sólo el 83.3% tiene acceso a la educación superior, siendo la media nacional del 86.3%; este rezago coloca a Jalisco en el lugar 18 en el conjunto nacional en materia de absorción para educación superior. Por otro lado, también está el hecho de que entre 1994 y 2000, la matrícula de educación superior en la entidad experimentó un crecimiento de apenas 24.2%, lo que nos colocó en el lugar 32 del conjunto nacional en materia de expansión de oportunidades de este nivel durante ese periodo.
2. Inequidad. La educación superior presenta una marcada concentración en la ZMG. En relación a este problema habría que destacar dos tendencias opuestas observadas: por un lado, una tendencia a la desconcentración del servicio, particularmente del que brinda la universidad pública, que ha logrado establecer planteles en otros 10 municipios ubicados en las distintas regiones del estado; y por otro lado, una tendencia creciente de expansión del servicio brindado por instituciones particulares que, no obstante, ha sido posible merced a la creación de un sinfín de nuevas instituciones en la zona conurbada de Guadalajara; éste es el caso también de la creación de nuevas instituciones públicas, como la Universidad Tecnológica.
3. Infraestructura. Prevalecen condiciones materiales diferenciadas. Por un lado, las instituciones consolidadas cuentan con las condiciones materiales adecuadas para hacer frente a las exigencias planteadas por la formación profesional (aulas equipadas, laboratorios, talleres, acceso a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, áreas deportivas, bibliotecas, etc.); por otro lado, la infraestructura de las instituciones de reciente creación es, por lo general, precaria.
4. Desarrollo educativo y sociedad. Existen 2.11 estudiantes de educación superior por cada 100 habitantes, mientras que el promedio nacional es de 2.13, lo que ubica a Jalisco en el lugar 13 del conjunto nacional; esta situación genera que sólo el 11.5% de la PEA cuente con este nivel de formación, ubicando a este respecto a la entidad en el lugar 16 en el conjunto nacional.
5. Estadística educativa. Se carece de estudios, sea realizados por parte de las instituciones o por el gobierno estatal, sobre trayectorias de cohortes. Esta falta de seguimiento escolar dificulta extraer conclusiones sobre el impacto real de la educación superior en el mercado laboral de la entidad.
Educación superior
1. Cobertura insuficiente. El índice de atención a la demanda decreció en los últimos cinco años, ya que en 1995 era del 22% y hoy en día es del 16%. Esto significa que mientras que en 1995, 2.2 jóvenes de cada 10, comprendidos en el grupo de edad entre 20 y 24 años, cursaban educación superior en la entidad, hoy sólo lo hacen 1.6 jóvenes de cada 10. Entre los factores que influyen en esta problemática está, por un lado, el hecho de que de la población que egresa de educación media superior, sólo el 83.3% tiene acceso a la educación superior, siendo la media nacional del 86.3%; este rezago coloca a Jalisco en el lugar 18 en el conjunto nacional en materia de absorción para educación superior. Por otro lado, también está el hecho de que entre 1994 y 2000, la matrícula de educación superior en la entidad experimentó un crecimiento de apenas 24.2%, lo que nos colocó en el lugar 32 del conjunto nacional en materia de expansión de oportunidades de este nivel durante ese periodo.
2. Inequidad. La educación superior presenta una marcada concentración en la ZMG. En relación a este problema habría que destacar dos tendencias opuestas observadas: por un lado, una tendencia a la desconcentración del servicio, particularmente del que brinda la universidad pública, que ha logrado establecer planteles en otros 10 municipios ubicados en las distintas regiones del estado; y por otro lado, una tendencia creciente de expansión del servicio brindado por instituciones particulares que, no obstante, ha sido posible merced a la creación de un sinfín de nuevas instituciones en la zona conurbada de Guadalajara; éste es el caso también de la creación de nuevas instituciones públicas, como la Universidad Tecnológica.
3. Infraestructura. Prevalecen condiciones materiales diferenciadas. Por un lado, las instituciones consolidadas cuentan con las condiciones materiales adecuadas para hacer frente a las exigencias planteadas por la formación profesional (aulas equipadas, laboratorios, talleres, acceso a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, áreas deportivas, bibliotecas, etc.); por otro lado, la infraestructura de las instituciones de reciente creación es, por lo general, precaria.
4. Desarrollo educativo y sociedad. Existen 2.11 estudiantes de educación superior por cada 100 habitantes, mientras que el promedio nacional es de 2.13, lo que ubica a Jalisco en el lugar 13 del conjunto nacional; esta situación genera que sólo el 11.5% de la PEA cuente con este nivel de formación, ubicando a este respecto a la entidad en el lugar 16 en el conjunto nacional.
5. Estadística educativa. Se carece de estudios, sea realizados por parte de las instituciones o por el gobierno estatal, sobre trayectorias de cohortes. Esta falta de seguimiento escolar dificulta extraer conclusiones sobre el impacto real de la educación superior en el mercado laboral de la entidad.
Educación tecnológica
1. Imagen. Es necesario trabajar en construir estrategias que muestren a los diferentes sectores sociales las posibilidades, importancia y viabilidad de la educación tecnológica en nuestro país, con el fin de que esta opción deje de ser considerada como "de segunda".
2. Matrícula. Pese a la importancia que esta modalidad tiene en nuestros días, la matrícula sigue siendo reducida en comparación con otras modalidades y niveles del sistema educativo mexicano; es necesario, por ello, trabajar en atraer demandantes hacia este tipo de planteles.
3. Desfase. Frente a los constantes y rápidos cambios en los procesos tecnológicos, es indispensable vincularse con ámbitos laborales desde donde sea posible acceder a y transferir tecnología de punta hacia los diversos planteles, a fin de que los estudiantes sean formados bajo un esquema de vanguardia.
4. Flexibilidad curricular. Dada la importancia que tiene el trabajo, las prácticas y el conocimiento laboral en esta modalidad, se plantea como conveniente que en los diseños curriculares se visualice la posibilidad de realizar acreditaciones cuando se cuente con experiencia laboral.
5. Deserción. Existen instituciones de educación tecnológica en Jalisco cuya deserción es hasta del 70%; ello pone de manifiesto un serio problema en las estrategias de arraigo y desempeño de estos planteles. Se requiere diseñar estrategias de solución derivadas de investigaciones que permitan la comprensión cabal de este fenómeno.
Educación Media Superior en Jalisco
La Coordinación de Educación Media Superior, Superior y Tecnológica del Estado de Jalisco (CEMSSyT), es un área de la Secretaría de Educación Jalisco que nace a partir de la necesidad manifiesta para descentralizar esta educación en el Estado y, por ende, dar respuesta a los sectores productivo y social con la creación de Organismos Públicos Descentralizados del Gobierno del Estado (OPD).
De esta forma, el Gobierno de Jalisco se compromete con la ciudadanía para ampliar la cobertura en Educación Media Superior, Superior, Tecnológica y Capacitación para el Trabajo, con especial énfasis en las áreas tecnológicas; llevando los servicios a las localidades de mayor demanda con la creación de nuevos planteles educativos.
Para el desempeño de sus funciones, la Coordinación se divide en 3 Direcciones Generales
- Dirección General de Educación Media Superior.
- COBAEJ. Colegio de Bachilleres del Estado de Jalisco – 20 planteles
- EMSAD. Educación Media Superior a Distancia – 62 planteles
- CECYTEJ. Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Jalisco – 22 planteles
- CONALEP. Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica – 19 planteles
- IDEFT. Instituto de Formación para el Trabajo – 12 unidades de capacitación y 4 acciones móviles
- Dirección General de Educación Superior.
- UTJ. Universidad Tecnológica de Jalisco
- UTZMG. Universidad Tecnológica de la Zona Metropolitana de Guadalajara
- UPJAL. Universidad Politécnica de Jalisco
- 13 ITS. Institutos Tecnológicos Superiores
- ECRO. Escuela de Conservación y Restauración de Occidente
- Dirección General de Vinculación y Emprendurismo.
- Coordina las acciones en conjunto con el sector empresarial, que den prioridad a la pertinencia de los estudios realizados, cubriendo las expectativas del sector empresarial en materia de mano y mente de obra calificada.
LOS PROBLEMAS
Educación media superior
1. Cobertura insuficiente. La población de la educación media superior la componen jóvenes cuya edad fluctúa entre los 15 y los 18 años. Se estima que en Jalisco apenas uno de cada cuatro jóvenes en edad de cursarla lo hace, lo que arroja una demanda potencial del 75%. Por otro lado, de la población que egresa de secundaria, sólo el 74.9% tiene acceso a la educación media superior, siendo el promedio nacional de 80.2%; este rezago coloca a Jalisco en el lugar 23 del conjunto nacional en materia de absorción en educación media superior.
2. Inequidad. La distribución geográfica de la oferta de educación media superior en la entidad es inequitativa, concentrándose el 52.4% del total de planteles en los cinco municipios que conforman la ZMG (Guadalajara, Zapopan, Tonalá, Tlaquepaque y Tlajomulco de Zúñiga). El esfuerzo más significativo para brindar educación media superior en el interior del estado lo ha desplegado la universidad pública, que ha logrado establecer planteles en 62 municipios más.
3. Calidad. Aunque no se cuenta con indicadores confiables al respecto, se presume que es sumamente heterogénea, a juzgar por la diversidad de planes de estudio existentes y por los prestigios institucionales diferenciados. Algunos contenidos que debieran ser prioritarios en función de la edad de la población atendida (v. gr.: educación física) o por ser antecedentes importantes para optar por la futura formación profesional (v. gr.: orientación educativa) se encuentran subvalorados o se imparten en forma deficiente; asimismo, se presta poca atención a desarrollar el interés por la ciencia y el arte entre los estudiantes que atienden este nivel educativo.
4. Eficiencia terminal. Estimada como la diferencia entre el número de estudiantes admitidos y los que logran concluir sus estudios tres años después, la eficiencia terminal del nivel en la entidad es del 40%, apenas ligeramente superior a la media nacional, que es del 36%. La educación particular en la entidad registra, por su parte, una eficiencia terminal cercana al 50%.
5. Deserción y reprobación. Existen estudios que muestran índices variables de reprobación y deserción en función de la modalidad de educación media superior (general, bivalente o terminal) de que se trate, así como en función del tipo de sostenimiento (federal, estatal, particular). Sin embargo, datos agregados para el ciclo escolar 1992-1993 muestran que la reprobación fue del 33% y la deserción del 7.1%.
6. Profesores. Un gran porcentaje de los maestros son pasantes de licenciatura, sin la debida formación en pedagogía y en didáctica de la enseñanza. Aunado a lo anterior, está el hecho de que en muchos casos el docente está formado en una disciplina diferente a la requerida para la impartición de su(s) asignatura(s) y que las acciones de capacitación y actualización son insuficientes.
7. Infraestructura. Es insuficiente y, en muchos casos deficiente, para proporcionar adecuadamente el servicio. Aunque es difícil calibrar con precisión la magnitud de este problema, se estima, por ejemplo, que la proporción entre planteles y alumnos en la entidad es de un establecimiento por cada 797 estudiantes, siendo la media nacional de un plantel por cada 367 alumnos.
8. Estadística educativa. La inexistencia de un sistema articulado de educación media superior en la entidad, debida a la heterogeneidad institucional y de regímenes jurídicos correspondientes, hace difícil disponer de una estadística básica integrada y confiable.
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